
ACASO (22 Octubre 2020)
Si vinieras de frente a visitarme
en la penumbra plácida del sueño,
si tan solo en la atmósfera nocturna
me arrullases cual humo de mí misma,
quizás en ese entorno de anestesia,
acaso no me dieras tanto miedo.
Si en el tibio susurro de la cama
me llevases, flotando, suavemente,
acaso aceptaría la partida,
en esa soledad íntima y densa
que nos impone el préstamo del mundo
cuando llega la hora de las cuentas.
Pero aguantar la ácida presencia
de tus marcadas uñas paso a paso,
sentir el fuego déspota del tiempo
desollando, consciente, tira a tira,
el temblor desbocado de la piel,
cegándole el camino poco a poco
al aire que pelea por entrar,
todo ese sufrimiento sin medida,
me conduce al pavor ante el abismo,
al terror negro de los agujeros,
y a la fe desleída por el lodo
donde el miedo me llama mientras duermo.
Acaso si me marcho sin sufrir
hasta esboce, borrosa, una sonrisa…