LA SALUD QUE ME QUEDA (Noviembre 2022)
Miro hacia adentro, y buscando intuyo
los finos ríos de huella escarlata
que surcan mis tejidos, dibujando
la vaporosa urdimbre de los mapas.
Reconozco al caballo que jadea
por intentar hallar la melodía
que su antiguo galope desgastado
marcó sobre la luz del primer día.
Los frágiles andamios de cristal
se van tornando en granitos de arena
que se mueven sin rumbo por el aire,
papelillos al son de la tormenta.
Este es el resto que después de todo,
del desgaste, la fatiga, los años,
da pinceladas toscas en el lienzo:
arena entre las patas del caballo.
Y estos son los naipes que aún perduran
para continuar en la partida;
mientras me queden cartas en la mano
seguiré con el juego de la vida.
Me encanta! Sobre todo el pareado final. Auténtico y valiente, sí señor. Bravo!
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Gracias, compi!!
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