
TIEMPO DE CASTAÑAS, TIEMPO DE MÚSICA
El clima es un pájaro asustado que aletea con aspavientos de terror. La locura que la inconsciencia del hombre ha impuesto a los fenómenos meteorológicos nos deja con estelas de verano en mitad del otoño, con sequías persistentes, con aguaceros torrenciales que todo lo arrasan, y temperaturas descompuestas y enfermas, bailando como locas a un son impredecible.
Sin embargo, yo recuerdo aquellos lejanos noviembres de nubes apretadas de negrura y lluvia intensa, pero no dañina, cuando había que abrigarse y usar el paraguas para ir al colegio. Y, sobre todo, recuerdo aquellas tardes húmedas y frescas en las que acompañaba a mi padre a los ensayos. Caminaba feliz de su mano, con un impermeable amarillo limón, deseando hallar algún charco que pisar con mis botas de agua nuevas.
<<Ten cuidado, hija, que me vas a salpicar los pantalones>>, me advertía mi padre, en suave y cariñosa reprimenda.
Al salir del entrenamiento musical, ya de noche, sintiendo todavía el dulce regusto de los clarinetes, las trompetas, la flauta y demás instrumentos, solíamos pasar junto a una viejecita, en la esquina de la calle donde se encontraba el local del ensayo. Era una anciana castañera, que removía las ascuas bajo la ennegrecida olla de las castañas, sembrando la calle de un humo de aroma penetrante y casi hipnótico.
<<¡Papá, cómprame un cartuchito de castañas!>>, le rogaba yo, con los ojos abiertos como ventanas mañaneras, y mi padre sonreía mientras rebuscaba unas monedas en el bolsillo.
Yo regresaba a casa irradiando contento, con mis ricas castañas calentitas, casi quemándome los dedos a través del papel de periódico del que estaba hecho el cartucho.
Quizás por eso las castañas tienen para mí un nostálgico sabor a La Revoltosa, al Baile de Luis Alonso, a La Leyenda del Beso, e incluso a España Cañí y Amparito Roca, y hasta a la marcha Amargura o Virgen del Valle. El aroma de las castañas se ha quedado fijo en la música, al compás de aquellas tardes entrañables, a las que nunca podré volver más, si no es, únicamente, con la volátil traslación de la memoria.