HE APRENDIDO (Agosto 2016)Nueva versión de letra para mi bolero.

 

ATARDECER LUMINOSO

HE APRENDIDO (Versión nueva de letra para mi bolero)  (Agosto 2016)

 

He aprendido a vivir

sin canciones de amor,

en esa valentía

de los héroes callados.

He abierto la ventana

a la risa del sol,

los dibujos del viento,

y el olor del verano.

He aprendido a vivir

sin canciones de amor.

He vencido al envite

de la melancolía.

He aprendido a vivir

sin canciones de amor,

como en el nacimiento

de alguna flor distinta.

 

He aprendido a vivir

sin canciones de amor,

a dar la bienvenida

a la tupida noche,

a admirar las estrellas

que asoman al balcón,

y el gesto de la luna

tras las nubes de cobre.

He aprendido a vivir

sin canciones de amor.

No quiero que me abrumen

las huellas del pasado.

He guardado las fotos

al fondo del cajón,

y todos los recuerdos

duermen en el armario.

He aprendido a vivir

sin canciones de amor.

He hallado frente a frente

mi dignidad entera.

Sé caminar descalza,

sin sumarme a un bastón,

 

tan sólo con el barro

que me baña las piernas.

 

(Canción para voz, guitarras, flauta, acordeón y percusión)

 

DE REPENTE, TE FUISTE (Para conmemorar el 2º aniversario de la muerte de nuestro amigo Luis. Agosto 2016)

 

 

DE REPENTE, TE FUISTE    (Para Luis en el 2º aniversario de su muerte) Agosto 2016.

 

Y de repente, te fuiste.

Te fuiste a contar palomas,

te fuiste a escuchar las ranas

con sus voces misteriosas,

su oscuro croar de cuento

diluyéndose en las sombras.

Te fuiste para decirle

a la mañana burlona,

que te anegaba el cansancio,

y que se cerraban todas

las puntas de las pestañas

en el sueño de la aurora.

Querías ver las tranquilas

aguas de la blanca costa

donde el corazón no duele,

ni las piernas, ni la rota

figura del horizonte

con sus quejas onerosas,

ni los anhelos malditos,

ni el porvenir, ni las toscas

puñaladas del silencio,

que en sangre se desmoronan,

ni los nombres que te faltan,

ni el recuerdo que te sobra.

Simplemente te marchaste,

como se caen las hojas:

en un guiño, de repente,

como la espuma en las rocas,

para recalar callado

al verdor de la memoria.

 

PEQUEÑAS REFLEXIONES EN PROSA SIMPLE XII (Redescubriendo mi balcón) Agosto 2016

PEQUEÑAS REFLEXIONES EN PROSA SIMPLE  XII  (Redescubriendo mi balcón) Agosto 2016.

AMANECER P JARDÍN 1

 

He reencontrado las estrellas desde el enclave fundido de la cama, como no lo había podido disfrutar desde hacía muchos años. Las veo, las vuelvo a ver, y su suave rutilar me ayuda a pasar por un tamiz el puñado de duermevelas diseminados aquí y allá, aunque sin rastro del miedo precipitado a la acuciante aurora que suele arrastrar consigo el insomnio. He vuelto a recoger el fresco de la brillante oscuridad estival a través de la pura mirada de la ventana, desde ese cuadrado mágico que perfila el cielo, desplegado con la libertad de las puertas abiertas de par en par a la noche.

He descubierto de nuevo la imponente majestuosidad de los árboles al fondo de las altas tardes en el sosiego refrescante de la terraza. Soy animal de balcón, de mi balcón, atento siempre a la ciudad extendida allá abajo, con su hermoso desfile de monumentos erguidos por toda la galería del horizonte.

Siento un orgullo arrebatador e intenso que se refleja en los límites de las paredes, cuya trayectoria simple, humilde y de encendida intimidad, multiplica mi sensación de dominio en la sabrosa pequeñez de mi territorio, tan decisivo y sellado que me transporta a vivencias antiguas, de allá lejos, de mi madre, de mi abuela, narradas por el curso de la sangre, experiencias ajenas pero mías, que me enseñan con rotundidad, mediante su historia de carencias, no directas, pero sí contadas a la luz de las cocinas, el sublime valor de las guaridas propias y de las llaves siempre en su sitio del cajón, como un perfecto conjuro sagrado. Nada que discutir ni que saldar, y por fin,  los papeles felices con su cúmulo de polvo en la estantería. Dueña y señora del amanecer.