EL HOGAR (Junio 2016)

Cajón

 

EL HOGAR  (Junio 2016)

 

Esta casa que una vez llamé hogar,

se está quedando al borde de los huesos.

Los cajones, en madera desnuda,

miman las huellas de las telarañas,

y suman más empeño en silenciar

los susurros dolientes del espacio,

celosamente anclado en sus raíces.

 

Me voy llorando con los ojos mustios,

impregnando de sangre las paredes,

con tres cuartos del alma derretidos

por el suelo y las capas del colchón,

sellando las rendijas y los muebles

con una llamarada de presencia,

como las tumbas de las catedrales.

 

Aquí se queda el eco de mi nombre

cual cauce venerado de leyenda

que el nudo persistente de los años

talló con fundamentos de hormigón,

y aquel rostro que fue feliz un día

se queda cincelado en cada estancia

al aroma infinito del recuerdo.

ENCUENTRO (Junio 2016)

LA PUNTILLA MAREA BAJA 1ENCUENTRO    (Junio 2016)

 

Con sus batidas calientes

tronando en sal mientras gira,

el mar provoca y respira

entre burbujas valientes.

Yo, con pesares recientes,

bajo un sol que muerde y mira,

siento que el calor me inspira

con júbilos incipientes.

Me he dejado entre los dientes

la huella de una mentira,

y el agua que se retira

ha trazado mi alma al frente.

He encontrado, en un rincón,

una voz recién nacida,

que ha brotado de la herida

que infectaba mi razón.

Me hallé nueva en la pasión

que me devolvió la vida,

pero tu sombra escondida

gusanea mi corazón.

 

 

 

 

EL ARTE DE PARAR EL TIEMPO NO EXISTE (Junio 2016)

EL ARTE DE PARAR EL TIEMPO NO EXISTE (Junio 2016)

 

Nunca se puede

parar el tiempo,

ni con sonrisas,

ni con cemento.

Nadie conoce

arte certero

que aguante el rudo

correr del viento.

¡Maldito sea

aquel que ha puesto

trampas de espinas,

cuchillos pérfidos,

palabras como

armas de fuego,

para quien, débil,

con rostro enfermo,

convaleciente,

curando sueños,

salía del lodo

de los infiernos!

Ha de saber

que los recuerdos

van en la sangre

roja del cuerpo,

y su leyenda

cruza el desierto,

y siempre asoman

su voz de hueso.

 

 

PEQUEÑAS REFLEXIONES EN PROSA SIMPLE X: Victoria, por primera vez

VICTORIA CON EL PATO 2 MESES

 

PEQUEÑAS REFLEXIONES EN PROSA SIMPLE  X : Victoria, por primera vez (Junio 2016)

 

Dicen que cuando la edad avanza en su determinada carrera hacia la oxidación final, los momentos más cruciales, aquellos que nos dibujaron una marca perenne en los circuitos enrevesados del cerebro, y que a la vez nos compusieron una melodía distintiva en los latidos del corazón, aparecen delante de nosotros, como vivencias tatuadas en la piel más protegida de la memoria.

De mi extenso hatillo de recuerdos, que tanto relucen en cientos de apretadas motas doradas, destaca una imagen rotunda y palpable a pesar de los años, un sólido cuadro enmarcado en su tierna cualidad de caja musical, como el rastro de un sol juguetón en la palma de la mano. Ese momento, absolutamente único, me viene a mostrar la bellísima silueta de Victoria, mi niña, durmiendo en la inocencia plácida que envuelve a las criaturas recién llegadas al mundo. Recuerdo, como en una cinta rebobinada miles de veces, y aún así, intacta en su precisión, la sensación que me anegó como un relámpago de alegría súbita en el mismo instante en que contemplé la adorable figura que dormitaba tranquila en la cuna. No fue una reacción inmediata tras el nacimiento, no fue la artificial idea que nos imponen las películas, donde todo es fácil y sin fisuras en el tiempo, pues en la auténtica realidad, tras el parto, yo no recuperé la totalidad de mi pensamiento y el control completo de mis actos, hasta la mañana siguiente, cuando una limitada dosis de descanso me devolvió a la consciencia plena, tras disiparse los neblinosos vapores del dolor, el esfuerzo, y la anestesia.  Y recuerdo que en ese momento, en esa mañana radiante de primavera, mi primer sentimiento fue de absoluta incredulidad. No me lo podía creer. ¿Cómo podría creerme que aquella pequeña maravilla viviente, aquella preciosa creación que respiraba bajito desde su inmensa blancura, había salido de mí, como la más perfecta obra de arte? No, no me lo podía creer. Yo no podía haber alcanzado la capacidad para confeccionar ese ser tan lleno de luz, como un inimaginable milagro. Pensé, simplemente, que aquella grácil explosión de vida era lo más hermoso que había visto jamás. Lo sigo pensando.

LA ETERNIDAD EN LA SANGRE DE ESPERANZA (Junio 2016)

 

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LA ETERNIDAD EN LA SANGRE DE ESPERANZA  (Junio 2016)

 

Mi cuerpo atravesó cifras en guerra

por repartir la sangre generosa

en un destello de carne preciosa,

que en su tacto de luz, blancura encierra.

Un trozo de ADN que se aferra

al paso de una  nube silenciosa,

para hilvanar su huella luminosa

y prender las tinieblas de la tierra.

La eternidad, sencilla y prodigiosa,

ha cuajado en sublime proyección,

multiplicando al sol mi condición

para extender las líneas del viaje,

urdiendo con mi tuétano el encaje

donde amanece un nuevo corazón.