
SI ALGUNA VEZ EL SOL SE HACE PEQUEÑO (Aprox. 1995)
Si alguna vez el sol se hace pequeño,
seré el farol que rasga la tormenta;
si se pierde el futuro entre las olas,
y la esperanza, a oscuras, se te estrecha,
sacaré desde el fondo de mi alma
un manojo de luz, alguna estrella
que te sirva de rumbo, o de descanso,
el retorno del sol al agua quieta.
Si se enfangan las líneas del sendero,
y te confunde el barro y la maleza,
y ya no quedan voces a lo lejos
que confirmen el paso de tus huellas,
te daré el corazón para el camino
sin pedirte preguntas ni respuestas,
siempre, quizás, de lejos, desde allí,
desde aquí. No lo sé. Estaré cerca,
aliviando tu sed, tras la fatiga:
mi amor es como el musgo entre las piedras,
un refugio templado para el frío,
tu reposo, solaz en la vereda.
