SI ALGUNA VEZ EL SOL SE HACE PEQUEÑO (Aproximadamente 1995)

SI ALGUNA VEZ EL SOL SE HACE PEQUEÑO (Aprox. 1995)

Si alguna vez el sol se hace pequeño,

seré el farol que rasga la tormenta;

si se pierde el futuro entre las olas,

y la esperanza, a oscuras, se te estrecha,

sacaré desde el fondo de mi alma

un manojo de luz, alguna estrella

que te sirva de rumbo, o de descanso,

el retorno del sol al agua quieta.

Si se enfangan las líneas del sendero,

y te confunde el barro y la maleza,

y ya no quedan voces a lo lejos

que confirmen el paso de tus huellas,

te daré el corazón para el camino

sin pedirte preguntas ni respuestas,

siempre, quizás, de lejos, desde allí,

desde aquí. No lo sé. Estaré cerca,

aliviando tu sed, tras la fatiga:

mi amor es como el musgo entre las piedras,

un refugio templado para el frío,

tu reposo, solaz en la vereda.

MEDIANOCHE SIN REMEDIO (Poema de 1977, que fue mi primer premio reconocido. Premio de Poesía «Ciudad de Osuna»). Rescatado de entre los poemas antiguos.

MEDIANOCHE SIN REMEDIO (1977) Premio de Poesía joven Ciudad de Osuna

Era la medianoche sin remedio

y me encontré una voz azul y simple.

Era de un esqueleto un puro haz,

un tallo solo.

El miedo, mi enemigo, envenenaba,

aunque en la turbia lucha lució a veces

un rastro casi inútil de rocío,

buscando el mar.

Llegó la hora de perderlo todo,

desnudez, frente a frente, ante el abismo,

mi soledad a secas, pobre y sucia

de tanto error.

Pude inventar a Dios, pero no quise.

No era justo. Grité sólo mi nombre

con un silencio nunca conocido.

Nadie lo oyó.