
EL INFIERNO EN VALENCIA (NOVIEMBRE 2024)
Cuando en la tarde de plomo
el Infierno preparaba
su vestimenta de guerra,
ansioso por la batalla,
la gente nada sabía
del Diablo y de sus armas.
No sabían de la violencia
enrarecida y taimada
que el Averno les tendía
al filo de las barrancas.
No sabían que la lluvia
corriendo loca en las ramblas,
anhelaba sepulturas
de inocentes en sus casas.
Ataviado en brusco barro,
arrancando troncos, ramas,
coches, suelos, puertas, flores,
techos, sueños, gritos, almas,
el Tártaro sonreía
tras su victoria macabra,
y en minutos infinitos,
en la eternidad varada,
solo la desolación
dolor y desesperanza
quedaron sobre la tierra,
bajo la furia del agua.
¿Cómo va a salir el sol?
¿Cuándo la luz será clara?
¿Cuándo la yerma humedad
dejará brotar las plantas?
Muchos corazones lloran,
muchos hombros hacen falta,
muchos abrazos y besos,
y silencio en las palabras,
para dar la vuelta al tiempo
y cosechar la esperanza,
para barrer la basura
y limpiar el sol al alba.
