EL AIRE Y LA PETENERA (Junio 2024)

EL AIRE Y LA PETENERA

Un quejío, un desgarro, una mirada.

La voz

trotando en la garganta y en las venas.

El corazón en llamas, sin cerrojos,

la pena negra con su hiel acerba

calentando la atmósfera del sueño

en las oscuras sílabas del cante:

la petenera.

Su condición de altiva marejada

brama arañando sin piedad las cuerdas,

y arranca de su sitio el arcoíris

con un amargo grito de aspereza,

donde los siglos siguen su corriente

de voces apretadas y cadenas.

Es el amor, el odio, la venganza,

el teatro de flores que revelan

los remolinos, cómplices del agua,

la música espinosa que se queja

escarbando dolores escondidos

para pintar el aire. Petenera.

Y sale el aire

como un bosque tupido del mil sendas,

rasgado desde el fondo por el llanto

que intensamente llama a las estrellas.

Es la voz el empeño de los dioses

y un torrente de luz es su presencia.

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