LA LUZ (MAYO 2018)
La luz,
quedó en la piel.
Cantó
su extraño sueño.
selló los susurros del mar,
le dio calidez
al silencio etéreo.
La luz,
se levantó,
sonrió
a la mañana
Creyó
en la verdad
de aquella sal
que fue cubriendo huellas
de horas pasadas.
Todo
flota en aquel rincón:
Entorna el ayer
sus ojos de agua.
La luz,
liviana es,
se hospeda en la mirada.
Ató con un nudo fatal
al temblor ingenuo
de nuestras palabras.
La luz
se agazapó,
un niño ante lo inmenso.
Cayó
sobre las manos,
como el amor,
nos enseñó por dónde
ardían los recuerdos.