LOS RECUERDOS
Mis recuerdos están llenos de cieno,
mis recuerdos eran sombras de humo,
deambulan como espectros confundidos,
mi reflejo batido en el engaño.
Mis recuerdos cayeron en un pozo
donde la oscuridad muerde sus grietas,
se han quedado sin líneas definidas,
son sólo una mentira en la ignorancia.
Estaban construidos con salitre,
con vapor de cristales pisoteados,
se basaban en sueños ilusorios,
inventos inocentes de mi alma.
No me quedan ni años ni recuerdos,
sólo un vacío turbio en su desgaste:
hay un borrón inmenso que me cruza,
por medio de mi ser, como un gusano.
Arrugas de papel, edad perdida,
mis recuerdos se fueron a su origen,
al cesto de las páginas en blanco:
Mis recuerdos, simplemente, no existen.