HÁBLALE (DICIEMBRE 2019)
Háblale. Sí.
Háblale a ella que tanto te amó,
con las cenizas de nuevas raíces,
desde la vista certera del joven
tronco que busca su sitio en la tierra.
Háblale desde ti.
Háblale muy despacio, con el viento
que orquesta el son festivo de las hojas;
cuéntale alguna historia en el perfume
suave y sencillo de la alegre fruta.
Háblale. No te calles.
Muéstrale tus misterios desde el fuego,
allá donde tu alma, al fin tranquila,
ha comprendido el texto que las nubes
van escribiendo en párrafos traviesos.
Súmate al árbol recién construido,
para que el cosmos brote del recuerdo,
y ofrécele un abrazo de corteza
cuando la tarde se colme de flores.
Háblale, sí, sin fin. Ya no te calles.
Ensártale algún beso por las ramas.
Ella sabrá que estás, y que la quieres
en la madera que se extiende y sube
hacia la dimensión de las sonrisas.