(Aquí y nunca) ESPINAS
Hay espinas que caen y se anclan
en el arcón de arena del sentido:
pintan en su misterio uñas crueles,
sacan de sus mentiras garfios ácidos,
y concretan la muerte en una imagen
tan real como el peso de las puertas
en la casa vacía y sin palabras.
¿Y cómo no creer en el dolor
cuando la soledad aprieta el sueño,
y el miedo es un silencio indefinido
que no enseña ni fechas ni razones,
que no cuenta verdades, ni despliega
las auroras de todos los despiertos
que por fin arrancaron sus espinas?
Hay horas en tropel que se disparan
y salpican la piel de brumas sucias:
deciden qué pasó en aquel minuto,
hornean a su antojo los vacíos,
abren heridas con balas de viento,
y se anclan al fondo de la lluvia
de las almas vencidas por el sol.
Año 2008